
Cómo afrontar el fracaso
La psicología del fracaso
Fracasar nos produce una gran sensación de insatisfacción que puede llegar a bloquearnos y llenarnos de ansiedad. Algunos estudios han comprobado cómo la sensación de fracaso puede llegar a afectar a la concentración, la atención y otras capacidades cognitivas, saboteando el desempeño futuro. Es como si el hecho de fracasar hiciera que algunas personas se rechazaran a sí mismas, en vez de utilizarlo aprender de ello.
El profesor Martin Covington de la Universidad de California comprobó en una investigación que una de las estrategias para proteger nuestra autoestima es creer que somos competentes y demostrarlo a los demás. Es por ello que, consecuentemente, fracasar puede anular nuestra autoestima y nos hace creer que no somos válidos. Sin embargo, este profesor también comprobó como algunas personas no tienen tanto miedo al fracaso y estas son las que se enfocan en aprender por el simple disfrute de aprender, siendo las mayormente orientadas hacia el éxito.
¿Cómo aceptar el fracaso?
Fracasar es parte de nuestro propio aprendizaje. Nunca podríamos haber aprendido a andar si no nos hubiéramos tambaleado y caído varias veces cuando apenas teníamos estabilidad. Pero después de un buen berrinche, nos levantábamos y volvíamos a hacerlo hasta conseguir, paso tras paso, llegar a los brazos de quienes nos llamaban. Para ser felices no solo hay que aprender a tener éxito sino también aprender a fracasar. A continuación, te mostramos algunos consejos y reflexiones para conseguir superar el fracaso, aprender de él y estar en paz con uno mismo.
1. Acepta cómo te sientes
Aquellos que ven en cada desilusión un estímulo para mayores conquistas, ésos poseen el recto punto de vista para con la vida. Goethe
Es normal sentirse dañado cuando se falla. Puede que hayamos mantenido grandes expectativas sobre ciertos resultados y repentinamente debemos enfrentarnos al hecho de que la realidad no concuerda con aquello que habíamos deseado. A veces, el fracaso nos produce cierta insatisfacción, pero otras veces es demasiado doloroso, dependiendo de en nivel de expectativas y la importancia de aquello que queríamos conseguir.
Tratar de mirar hacia otro lado y reprimir nuestras emociones sólo conduce a empeorar el proceso de sanación y no dejar curar las heridas emocionales. Aceptar cómo nos sentimos y permitirnos aflorar esos sentimientos hará que el proceso sea menos doloroso a largo plazo. Recuerda que todos somos humanos y podemos cometer errores, castigarnos a nosotros mismos de manera desmedida no conduce a un mejor resultado.
2. Aprender
No hay nada que aprender del éxito (… ). Todo se aprende del fracaso. David Bowie
Por mucho que alguien externo nos explique algo, o leamos una lección en un libro de texto, no hay mejor forma de aprender en la vida que fallando. Son los errores y el aprendizaje posterior los que nos hacen madurar y ser más sabios. Una persona que nunca ha cometido un error no podría tener una percepción realista de la vida. Recuerda que el fracaso tiene también una cara positiva y es obligarnos a analizar qué errores hemos cometido para cambiar nuestras acciones. Incluso aunque no hayamos cometido ninguno, nos pone en sobreaviso para aprender que en la vida no todo saldrá siempre como esperamos y tratar de vivir en la negación solo nos llevaría a un estado de frustración a inmadurez constante.
Cuando te sientas mal por un fracaso trata de contestar con total honestidad a estas preguntas:
- ¿Qué puedo aprender sobre esto? Intenta nombrar una sola cosa
- ¿Qué puedo cambiar en mis actos para hacerlo mejor la próxima vez?
- ¿Qué cambios en mis actuaciones me harían estar más orgulloso/a de mí en otras ocasiones, aunque volviera a fracasar?
Estas conclusiones nos ayudarán a pasar página aprendiendo de cada uno de nuestros fallos desde una perspectiva más objetiva y externa.
3. No lo tomes como algo personal
Un fracasado es un hombre que ha cometido un error, pero que no es capaz de convertirlo en experiencia. Elbert Hubbard